No es posible, uno se dice al verla de cerca, no es posible un lugar tan encantador como este. En la orilla del río Mosa se alza, serena, su hija. La ciudad de Dinant ofrece una de las postales más hermosas de toda Bélgica. Te contamos qué no puedes perderte, qué ver en Dinant, la ciudad belga del saxofón.
Lo primero que llama la atención de este lugar es la Colegiata de Notre Dame, que se erige majestuosa, delante de la roca calcárea. Fue construida en el siglo XIII. Su fantástico campanario en forma de bulbo fue añadido algo más tarde, en 1566. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, no cabe duda de que Bélgica es el lugar por el que repican las campanas. Tras su majestuosa puerta se esconde un bello púlpito iluminado por los rayos de sol que se cuelan a través de las altísimas vidrieras de color azul. La capilla y la pila bautismal no pasan tampoco desapercibidas.
Algo más arriba, siempre vigilante, se encuentra la Ciudadela, que no podría faltar en esta lista de qué ver en Dinant. Fue construida en el año 1048 y ha sido testigo de los episodios más trágicos que ha vivido la ciudad. El primer castillo databa del siglo XI, pero Carlos el Temerario lo destruyó casi en su totalidad, no siendo reconstruido hasta el siglo XVI.